Naturopatía y Medicina China

Numerosas corrientes médicas del mundo, sobre todo las más tradicionales y antiguas, han tenido en cuenta los biorritmos para mantener la salud física, mental, emocional o incluso espiritual

En la época moderna nos hemos dejado llevar por las nuevas tecnologías, la comodidad y el tenerlo todo rápido y a cualquier precio y, desgraciadamente, cada vez nos alejamos más de los ritmos naturales, de nuestro instinto y de las leyes de la naturaleza, a las que, queramos o no, estamos sometidos.

Por supuesto que las nuevas tecnologías y los avances sociales son elementos extraordinarios que nos facilitan la vida, pero a veces hay que hacer un ejercicio de humildad y sensatez y recordar que formamos parte de un TODO que no debemos ignorar, por nuestro propio bien.
No obstante, aunque aparentemente las nuevas tecnologías y la era moderna nos traen toda la comodidad, lo cierto es que el ser humano nunca ha tenido una vida tan compleja, acelerada, enloquecida y estresada.

Por ello, te invito a hacer este ejercicio de humildad y sensatez, y te animo a tener en cuenta las reglas de estos ciclos vitales para que, en la medida de lo posible, las pongas en práctica para mejorar tu condición de ser vivo.

Los ritmos naturales

Todo lo que existe en nuestro mundo está sometido a una reglas que no podemos ni debemos ignorar. Animales, plantas y, por supuesto, seres humanos, seguimos unos ritmos naturales que debemos tener en cuenta para optimizar nuestra salud y nuestra alegría viviendo en armonía con el mundo que nos rodea.

Cuando estudié Naturopatía, una de las materias que me llamaron mucho la atención fue la Medicina Tradicional China. Conseguí entender muy bien su perspectiva sobre la salud y la enfermedad, y al igual que la Medicina Ayurvédica Indú, tienen muy en cuenta estos ciclos y también los elementos, a la hora de restablecer la salud y evitar la enfermedad. De hecho, estas tradiciones médicas relacionan determinados órganos del cuerpo con las estaciones del año y los elementos dominantes de la siguiente manera:

Puedes tener en cuenta esto a la hora de saber qué órganos son más susceptibles de actuar o predominar en un momento u otro para cuidarlos especialmente en esa época.
Ahora bien, después de darte alguna información para que puedas aplicar en tu día a día, te preguntarás…¿a quién va dirigido este tipo de asesoramiento?

Está dirigido a...

¿Qué conseguirás?

¿Qué aprenderás?

A modo de aclaración, has de saber que nuestra ENERGÍA VITAL proviene del ORIGEN DE LA VIDA, necesitamos energía vital para vivir, a más energía vital, nuestra salud mejorará y con ella nuestro peso. Y te preguntarás:

¿CUÁL ES NUESTRO ORIGEN?

Pues la pregunta es muy compleja y quizás nadie pueda saberlo, pero si dejamos a un lado el enfoque metafísico y lo miramos desde el punto de vista más físico, nuestro ORIGEN está en la CÉLULA. Es la unidad más pequeña de nosotros mismos, por lo que si nos preocupamos por cuidar nuestras células, nuestra ENERGÍA VITAL estará potenciada. Para ello hay que seguir unas pautas fundamentales, teniendo en cuenta que para aumentar nuestra energía vital debemos buscar el equilibrio entre nuestros sistemas:

¿CÓMO CONSEGUIMOS ESTO?

Potenciando los 4 factores de salud, ya que son los pilares que mantienen en equilibrio nuestro ORIGEN, nuestra ENERGÍA VITAL:

¿CÓMO POTENCIAR TODO ESTO?

Tomando como punto de partida la alimentación, iremos trabajando los otros 4 factores, obteniendo un equilibrio de todos ellos, y con ello, nuestra salud general y apariencia mejorarán exponencialmente.